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ח Jet

Gran pecado ha cometido Jerusalén, por lo cual ha llegado a ser
cosa inmunda.
Todos los que la honraban la desprecian, porque han mirado su desnudez. Ella también suspira y se vuelve atrás.

ט Tet

Su inmundicia está en sus faldas;
no tuvo en cuenta su final.
Asombrosamente fue traída abajo
y no hay quien la consuele.
“Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido”.

י Yod

10 Su mano extendió el adversario a todas sus cosas preciosas,
cuando ella vio entrar en su santuario a las gentes,
de quienes mandaste que no entraran en tu congregación.

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